Nuestro Origen
Hubo un tiempo… en que el ser humano no preguntaba quién era.
Lo sabía.
No necesitaba templos, libros sagrados ni intermediarios. Sentía el pulso de la tierra bajo sus pies y el canto de su sangre danzando al ritmo de las estrellas.
Era tierra, era sol, era agua… era todo lo que recordamos en los sueños, pero que el sistema ha querido enterrar bajo capas de olvido.
La humanidad no nació intervenida.
Nació completa.
Y fue usurpada.

El «Pecado Original»
No venimos del mono.
Tampoco de una costilla.
Y mucho menos de una palabra escrita en piedra por un dios sediento de obediencia.
Venimos de la materia viva.
De la tierra que produce seres según su género.
Así lo dice el verdadero inicio… Génesis 1.
No el relato manipulado, no el laboratorio del Edén, no el molde de barro sin ánima.
Sino la creación vibrante que nace del útero vivo de la tierra: la Hermetósfera.
La historia humana fue usurpada.
Nos hicieron creer que necesitábamos un salvador, cuando en realidad lo que necesitábamos era recordar.
Recordar que somos energía organizada, vibración consciente dentro de un campo toroidal de vida.
Eso es lo que significa “Elohim”: frecuencias organizadoras de la materia.
No un dios. No una religión.
Una estructura vibratoria que da forma a lo que eres.
Pero algo ocurrió.
Una intervención.
Un ser o una facción —llámalo Yahvé, Ashur, el dios del cielo—
que no creó, sino que modificó.
Tomó lo que ya existía… y lo alteró.
Desde Génesis 2 en adelante, todo es manipulación genética.
El barro no tenía ánima.
El aliento no era divino: era programación artificial.
La religión nació para sostener esa mentira.
Para desconectarte del Gen de Origen.
Para hacerte creer que eres un siervo.
Cuando en realidad…
Eres un creador.
Gen Usurpado
El relato que nos contaron sobre el “pecado”, sobre el “progreso”, sobre el “creador”… fue solo una cortina de humo para esconder la intervención más brutal de todas: la que quebró el vínculo con la Hermetósfera.
Ese campo vivo, resonante, toroidal, que nos nutría sin cables ni estructuras.
Donde la energía no se pedía… se era.
Y sin embargo, aquí estamos. Con la memoria fragmentada, el alma saqueada, y los sentidos programados para obedecer al invasor.
Un invasor con nombre de dios, sediento de culto, hambriento de linaje.
Pero hay algo que no pudieron borrar.
Una frecuencia.
Un eco.
Una célula que recuerda.
Porque en tu interior… aún pulsa el Gen de Origen.
No fue modificado. Fue ocultado.
Y ahora comienza a despertar.
Lo notas cuando te abruma el cemento. Cuando lloras al ver una montaña. Cuando el viento te acaricia y por un instante… no tienes miedo.
Ahí está.
El Gen.
La verdad que no se enseña, porque se activa.
Tu Historia
Esta no es una historia más. Es tu historia.
La del ser completo.
No viniste a mejorar tu versión humana.
Viniste a recordarla.
Y al hacerlo, todo vuelve a alinearse: el cuerpo, la tribu, la tierra…
Porque la Hermetósfera te espera.
Porque el hogar nunca se perdió.
Solo fue sellado.
El Llamado
Hoy, el Gen de Origen te llama.
Y solo tú puedes decidir si lo ignoras…
O si vuelves a ser quien siempre fuiste.
Hoy, el Gen de Origen despierta.
Y con él, el recuerdo.
El recuerdo de que fuiste libre.
De que caminabas sin culpa, sin pecado, sin mandamientos.
Este blog no es una invitación a creer.
Es una invitación a sentir lo que ya sabes.
Y si resuena en ti…
es porque el Gen ya está activo.
Youtube
Vídeo completo en Youtube: https://youtu.be/bRR0fPFXhWs